El Chievo Verona se ha convertido sin ninguna duda en la gran sorpresa de este comienzo de temporada en Italia. Con un bloque compacto, los veroneses se pusieron líderes en solitario en la segunda jornada, tras ganar los dos primeros partidos a Catania y Genoa. Su cúlmen de momento le llegó con su victoria en San Paolo por 1-3 en la 4ª jornada. A partir de ese partido bajó un poco el nivel, pero aún así se mantiene en en puestos de Champions, mirando por encima a equipos como Juventus, Roma, Palermo o Napoli, en principio muy superiores al Chievo.
Repasando un poco la historia del equipo, el Chievo fue fundado en 1929, en el periférico barrio veronés del mismo nombre. Tras casi 30 años moviéndose por las categorías regionales del fútbol véneto, y 20 más entre la serie D y la C, el Chievo ascendió en 1994 a Serie B, donde se asentó sin problemas. El equipo siempre había estado a la sombra de su gran rival conciudadano, el Hellas Verona, que incluso ganó un Scudetto en 1985. Pero el Chievo ascendió a Serie A en 2001, mientras el Hellas tomaba el camino contrario, hecho que ha convertido al equipo de barrio en el equipo representativo de la ciudad de Romeo y Julieta. Además, los veroneses entraron con buen pie en la máxima división italiana, ya que se clasificaron para la Copa UEFA el año del debut, y obtuvieron posiciones cómodas los siguientes años. Pero sin duda, el mejor año del Chievo fue 2006, cuando, tras las sanciones por el Moggigate, se clasificaron para la Champions League. Fueron eliminados en la ronda previa, pero sin duda ha sido el mayor hito de este modesto equipo. Sin embargo, el peor momento llegó apenas unos meses después cuando descendieron de nuevo a Segunda División. Esto duró poco, ya que ascendieron un año después, pero han sufrido desde entonces para mantenerse en Serie A.
Repasando un poco la historia del equipo, el Chievo fue fundado en 1929, en el periférico barrio veronés del mismo nombre. Tras casi 30 años moviéndose por las categorías regionales del fútbol véneto, y 20 más entre la serie D y la C, el Chievo ascendió en 1994 a Serie B, donde se asentó sin problemas. El equipo siempre había estado a la sombra de su gran rival conciudadano, el Hellas Verona, que incluso ganó un Scudetto en 1985. Pero el Chievo ascendió a Serie A en 2001, mientras el Hellas tomaba el camino contrario, hecho que ha convertido al equipo de barrio en el equipo representativo de la ciudad de Romeo y Julieta. Además, los veroneses entraron con buen pie en la máxima división italiana, ya que se clasificaron para la Copa UEFA el año del debut, y obtuvieron posiciones cómodas los siguientes años. Pero sin duda, el mejor año del Chievo fue 2006, cuando, tras las sanciones por el Moggigate, se clasificaron para la Champions League. Fueron eliminados en la ronda previa, pero sin duda ha sido el mayor hito de este modesto equipo. Sin embargo, el peor momento llegó apenas unos meses después cuando descendieron de nuevo a Segunda División. Esto duró poco, ya que ascendieron un año después, pero han sufrido desde entonces para mantenerse en Serie A.
Centrándonos en la temporada actual, en verano se confió un nuevo proyecto del Chievo a Stefano Pioli, que estuvo a punto de ascender al Sassuolo el año pasado a Serie A, cayendo en los play-offs. El equipo está hecho a base de retales de otros clubes y jugadores ya curtidos en ligas menores, que Pioli ha sabido organizar para formar un bloque muy compacto, muy difícil de superar para los rivales. A pesar de la clasificación actual, Pioli siempre lleva la humildad por bandera: "Ya vereís como vamos a sufrir para salvarnos", le comentó a los periodistas tras ganar al Cesena. Sin duda Stefano Pioli es el gran artífice de este equipo, ya que en un equipo sin nombres propios, ha conseguido crear un sentimiento de unidad que es la base del éxito. De hecho, Pioli ya está sonando para entrenar cotas mayores.
El portero es Stefano Sorrentino, ex del Recreativo, que desde que llegó a Verona es uno de los mejores guardametas italianos actualmente. En el centro de la defensa son fijos el esloveno Cesar, titular en el Mundial, y Andreolli, un descarte de la Roma. Ambos son inexpunables por alto, peligrosos a balón parado y se compenetran al perfección, si bien a veces pecan de lentitud. En bandas, a la derecha se alternan Sardo y Frey, mientras en la izquierda Mantovani es un fijo. Los 3 son laterales fuertes, que se permiten pocas alegrías ofensivos.
En mediocampo, Pioli dispone una línea de 3 medios, con Gelson Fernandes (el suizo que le marcó el gol a España en Sudáfrica) como hombre fuerte, y el guineano Constant, Rigoni y Guana rotando los otros dos puestos. Por delante, de esa línea de tres, el director del juego ofensivo del equipo: el uruguayo Mariano Bogliacino, cedido por el Napoli y el jugador con más talento del equipo. Suele alternarse en esa posición con Simone Bentivoglio, un jugador que de joven parecía que podía llegar a más, pero se quedó por el camino. Arriba, Pioli siempre coloca a dos delanteros, que se desfondan corriendo y presionando. Pellissier es fijo, lleva casi 10 años goleando en Verona (incluso debutó con gol en la absoluta italiana el año pasado, ya con 31 años). A su lado, se alternan Moscardelli, un jugador que ha debutado en Serie A con 30 años, anotando ya dos goles, el uruguayo Granoche, muy rápido, casi más extremo que punta, y el francés Thereau, que dio la victoria ante el Cesena en el descuento.
En conclusión, un equipo muy fuerte, curtido en mil batallas en categorías inferiores, pero al que se le puede colgar sin dudarlo el cartel de equipo revelación.
El portero es Stefano Sorrentino, ex del Recreativo, que desde que llegó a Verona es uno de los mejores guardametas italianos actualmente. En el centro de la defensa son fijos el esloveno Cesar, titular en el Mundial, y Andreolli, un descarte de la Roma. Ambos son inexpunables por alto, peligrosos a balón parado y se compenetran al perfección, si bien a veces pecan de lentitud. En bandas, a la derecha se alternan Sardo y Frey, mientras en la izquierda Mantovani es un fijo. Los 3 son laterales fuertes, que se permiten pocas alegrías ofensivos.
En mediocampo, Pioli dispone una línea de 3 medios, con Gelson Fernandes (el suizo que le marcó el gol a España en Sudáfrica) como hombre fuerte, y el guineano Constant, Rigoni y Guana rotando los otros dos puestos. Por delante, de esa línea de tres, el director del juego ofensivo del equipo: el uruguayo Mariano Bogliacino, cedido por el Napoli y el jugador con más talento del equipo. Suele alternarse en esa posición con Simone Bentivoglio, un jugador que de joven parecía que podía llegar a más, pero se quedó por el camino. Arriba, Pioli siempre coloca a dos delanteros, que se desfondan corriendo y presionando. Pellissier es fijo, lleva casi 10 años goleando en Verona (incluso debutó con gol en la absoluta italiana el año pasado, ya con 31 años). A su lado, se alternan Moscardelli, un jugador que ha debutado en Serie A con 30 años, anotando ya dos goles, el uruguayo Granoche, muy rápido, casi más extremo que punta, y el francés Thereau, que dio la victoria ante el Cesena en el descuento.
En conclusión, un equipo muy fuerte, curtido en mil batallas en categorías inferiores, pero al que se le puede colgar sin dudarlo el cartel de equipo revelación.
Muy bueno tu artículo!!
ResponderEliminarA mi me gustaba mucho el Hellas Verona, hoy en Lega Pro calcio.... pero este Chievo Verona me gusta, y me simpatiza en esta temporada junto con el US Palermo!!
Porque después de ver a MI AC MILAN por UCL vs Real Madrid me dan ganas de buscar otro equipo este año!!! ABRAZO Y SALUDOS DESDE:
nogometnimuzika.blogspot.com
EL BLOG DEL FUTBOL BALCANICO!!
A las órdenes por cualquier info!
Personalmente yo al Hellas Verona no lo he llegado a conocer en la Serie A, y el Chievo me está sorprendiendo mucho este año. Por cierto, yo tambien simpatizo con el Palermo, es mi equipo preferido en Italia. Un Saludo Steven.
ResponderEliminarBuen articulo. Todavia no he visto al Chievo este año. Pero parece que un buen tecnico es capaz de hacer un buen cesto con mimbres desconocidos aunque solventes. También lo está haciendo bién el Bari, con una plantilla sin estrellas
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