miércoles, 13 de octubre de 2010

Vergüenza serbia en Marassi.


Posiblemente ayer se vivieron las imagenes de violencia más cruda en un partido de tanta trascendencia de la última década. En el estadio Luigi Ferraris de Génova, donde se iban a enfrentar las selecciones nacionales de Italia y Serbia en partido clasificatorio para la Euro 2012. Pero ya desde el comienzo de la semana se veía que no iba a ser un partido normal.

Centrándonos en lo ocurrido ayer, miércoles 12, los incidentes provocados por los ultras serbios ya comenzaron por la mañana, cuando protagonizaron incidentes en el centro de la ciudad, contra la policía y el mobiliario urbano, resultando del enfrentamiento 15 heridos y 3 detenidos entre los serbios. Esto caldeó aún más el ambiente para el partido. Con la llegada del autobús del equipo serbio a Marassi, los propios ultras comenzaron a lanzar petardos y bengalas contra el bús, cebándose especialmente con el portero Stojkovic, que quedó en estado de shock.

Dentro del estadio, a pesar de estar encerrados en una de las esquinas del Luigi Ferraris, los ultras dieron rienda suelta a su ira. Lanzaron bengalas al campo y a la grada local, repleta de niños, se enfrentaron a la policía, que posiblemente actuó de la mejor manera posible evitando una tragedia mayor, destrazaron las redes de seguridad y a punto estuvieron de hacer lo propio con la cristalera que les separaba del terreno de juego. Todo esto retrasó el comienzo del partido media hora, y cuando por fin los jugadores saltaron al campo, el partido se tuvo que suspender definitivamente a los 10 minutos. Los ultras no se habían calmado ni mucho menos, y el lanzamiento de bengalas sobre la portería de Viviano evitó que continuara el juego. Los intentos de los jugadores serbios por calmarles fueron en vano.

Las palabras de Prandelli tras el partido, impactantes: "El portero serbio estaba temblando en nuestro vestuario". Sin duda, Stojkovic era uno de los objetivos de los ultras, la mayoría hinchas del Estrella Roja, recordando el pasado en este equipo del portero, que ahora juega en el eterno rival, Partizán. Se han dado mil y una razones de los incidentes. El partido perdido con Estonia la semana pasada, un intento de alejar a Serbia de la UE, venganza contra el presidente de la Federación, ex dirigente del Partizán, o simplemente fanatismo ultra nacionalista. El caso es que esto es inaceptable en un campo de un país de primer nivel futbolístico. Responsabilidad italiana, por permitir la entrada con un arsenal espectacular de armas blancas, y por supuesto serbia. Las consecuencias, partido ganado a Italia 3-0, sanción económica a Italia por su responsabilidad, y a Serbia una sanción que posiblemente incluya una fuerte multa económica, cierre de su estadio como local, y se baraja hasta la expulsión de competiciones internacionales.

2 comentarios:

  1. Una vergüenza lo que pasó en el partido entre Serbia e Italia. Esperemos que esto no pase nunca más.

    Un saludo desde: http://elgranfutbolero.blogspot.com/.Ya te he agregado a mi 'Lista de Blog', espero que tú también me agregues a tu gran blog. ;)

    ResponderEliminar
  2. El lider ese de Serbia es un descerebrado, sin verguenza. saludos desde http://elblogdebruno1.blogspot.com

    ResponderEliminar