Llegó el parón de Navidad, no habrá fútbol de liga hasta el 6 de enero, día de la Befana, y es el momento perfecto para analizar lo que ha dado de sí la temporada hasta ahora. El líder, las sorpresas, revelaciones y decepciones, todo lo que ha ocurrido en estos 4 meses de competición.
Sin duda, el equipo más fuerte ha sido el Milan. Con un técnico novato en un grande como Allegri, que llegaba solo avalado por su buena temporada en Cagliari, y pocos fichajes, había pesimismo entre la hinchada milanista. Sin embargo, en una trepidante semana final de agosto, llegaron 3 jugadores que han sido clave para este equipo. Robinho, Boateng, y por supuesto, Ibrahimovic. Un comienzo algo irregular, solo salvado por destellos del sueco y de Pato, no auguraba nada bueno, pero las lesiones de este último y de Pirlo, en vez de desgracias supusieron que Allegri encontrara un sistema y un estilo de juego, con 3 mediocentros, que se ha adaptado perfectamente a las características de los jugadores. Así, el equipo rossonero, ha sido líder casi toda la temporada con suficiencia, aunque el último tropiezo ante la Roma ha apretado las cosas.
La Juventus y la Roma, han pasado esto meses por diversos claroscuros, con gravísima crisis en Roma incluida, ya superada. En la Juventus la irregularidad ha estado presente más en el juego, que depende en exceso de la forma de Aquilani, ya que los resultados han sido buenos excepto ocasiones puntuales. La calidad de Krasic, y el espectacular estado de forma de Quagliarella, determinantes. La Roma, por su parte, empezó de forma desastrosa en todos los ámbitos, en puestos de descenso, pero sobre todo la calidad y los goles de Borriello ayudaron a levantar un equipo hundido .Tanto el equipo capitalino como la Juve lucharán por el título, con mayores expectativas para los bianconeri.
En la parte alta, han aparecido 3 outsiders que pondrán las cosas muy difíciles a los grandes. Mención especial para el Napoli y el Lazio, que están aferrados al segundo puesto y que sueñan con cosas grandes, como alcanzar el Scudetto, aunque será difícil. El Palermo es el tercero de estos equipos, un paso por detrás, luchando por puestos Champions. Sus entrenadores, cada uno con su estilo, Mazzarri, Reja y Rossi respectivamente, son los grandes artífices de su éxito, siempre apoyados en sus jugadores emblema, Hamsik, Hernanes y Pastore, que son los que mueven los hilos dentro del campo, acompañados por los killers, Cavani, Floccari e Ilicic. El bloque defensivo y el contraataque laziale, la velocidad e intensidad napolitana y el toque siciliano, pondrán en apuros a cualquiera. Sus defectos, la irregularidad y el cansancio que aparecerá en plantillas que pecan de escasas.
La gran decepción ha sido el Inter, irreconocible tras la temporada gloriosa del triplete con Mourinho. La presión, las contínuas lesiones (Milito, Sneijder, Pandev, toda la defensa...) y las zancadillas que se han puesto Moratti y Benítez han sido algunas de las causas, al igual que la falta de ambición de jugadores que lo han ganado todo y la ausencia de fichajes de calidad. Eto´o fue de lo poco salvable del equipo, en racha goleadora hasta su locura de "cabecear" a un defensa rival. Coutinho, a sus 18 años, puso las gotas de calidad hasta su grave lesión, que le mantendrá sin jugar hasta febrero. Ahora llega Leonardo como entrenador, y se prevén refuerzos de calidad (el primero, el central Ranocchia ya ha llegado). Con esto se pretende volver al menos a estar presente en los puestos de honor, ya que el Scudetto está casi imposible. También se esperaba más de los equipos de Génova, Sampdoria y el Genoa. Los primeros, tras clasificarse para Champions la temporada pasada, podían apuntar a más, pero el lío de Cassano, que acabado con la salida de éste al Milan, los ha marcada. Y en cuanto al Genoa, tras casi 50 millones de inversión en verano, buscando la Champions, no ha pasado de ser un equipo mediocre, a pesar de Toni y del cambio de técnico.
En la otra liga, la de evitar el descenso, sin duda la revelación ha sido el Chievo. Con una plantilla hecha con retales y con jugadores de ligas menores, el míster Pioli ha hecho un equipo fuerte con el eterno Pellissier y el guineano Constant (pretendido ya por Inter y Milan para el mercado invernal) como cracks. Udinese, tras un comienzo lamentable, un mes sin ganar, está lanzado y muy cerca de puestos europeos, con Alexis Sánchez, el Niño Maravilla, demostrando su apodo. Por otro lado, la Fiorentina ha acusado la grave lesión de Jovetic, y a duras penas se mantiene por los puestos medios de la clasificación. Catania, con Maxi López y Papu Gómez, Cagliari con Lazzari, Bologna con Di Vaio y Parma con Crespo, confirman lo que se esperaba de ellos, en la parte media baja.
La verdadera lucha por el descenso, si no ocurre nada extraño, va a ser una cosa de 4 equipos, ya descolgados del resto. Brescia, Cesena y Lecce, a pesar de sus buenos comienzos (los dos primeros llegaron a ser líderes), hanostrado las carencias y las grandes diferencias con el resto de los equipos recién ascendidos. El Bari, hundido en el último puesto, sigue con su apuesta por el juego ofensivo, algo digno de admirar, pero que le está llevando de cabeza a la Serie B.
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