Cagliari, el poder de un bloque

Echándole un vistazo a la clasificación de la Serie A, más de uno se sorprenderá al ver al Cagliari tan arriba, en la quinta posición. Aunque igual esto no debería causarnos tal impresión, ya que el club sardo se puede considerar como uno de los clubes más fiables y regulares, si no el que más, de los equipos de clase media italianos.

Para nada es un club sin historia. De hecho, en 1970 se convirtió en el primer equipo del "mezzogiorno" italiano (las provincias al sur de Roma y las dos islas) en alzar el Scudetto, en 1970, en el que es hoy por hoy su único título de importancia. La diferencia con el norte en este aspecto es tal que el Napoli, por dos ocasiones, es el único sureño que también tiene el título de liga en sus vitrinas.

Esa época, la del Scudetto en Cagliari, fue la de los Albertosi, Cera, Domenghini, Niccolai, con el "filósofo" Scopigno en el banco y sobre todo el gran Gigi Riva en la delantera. Riva es el gran símbolo del Cagliari, y todavía máximo ídolo en la isla sarda. Con 18 años, el Cagliari lo fichó de un pequeño club lombardo y llegó a ser 3 veces máximo goleador de la Serie A, incluyendo el año del Scudetto, y todavía se mantiene como máximo anotador histórico de la selección italiana.

La era dorada del equipo sardo, a caballo entre los años 60 y 70, había comenzado con el ascenso y debut en Serie A en 1964, haciendo muy meritorios papeles hasta el segundo puesto de 1969, preludio del que sería el año del Scudetto. Todavía se mantendrían en la zona noble un par de años más hasta que llegó el declive. Destacar como curiosidad, que en 1967 el Cagliari disputó la liga americana, en representación de los Chicago Mustangs. Ese verano, los equipos estadounidenses no habían podido realizar sus plantillas y fuer

on representados por clubes europeos y sudamericanos. El Cagliari no pasó a la final (la ganó Los Angeles Wolves, representados por el Wolverhampton) pero Roberto Boninsegna acabó como máximo goleador.

Pero centrándonos en la época actual, encontramos un equipo en el que sorprende sobre todo la cantidad de entrenadores que han pasado por su banquillo desde su último ascenso, en 2004. 13 entrenadores distintos, de los cuales Ballardini y Giampaolo estuvieron en dos etapas, han dirigido al equipo y han sido cesados por Cellini. Sin embargo, a pesar de esta evidente inestabilidad en los banquillos, sobre el campo casi siempre hemos podido ver las mismas caras. La mayoría de jugadores titulares, exceptuando la delantera, llevan 5 o más años en el club, aparte de Cossu y Astori que llevan 3. Todos se conocen a la perfección, y esto se nota en los resultados. Con Allegri hicieron un gran papel que propició que Allegri se fuera al Milan posteriormente. El año pasado hicieron un gran comienzo de temporada, pero la baja de Matri y el conformismo tras haber alcanzado el objetivo de la permanencia hizo que disminuyeran su rendimiento en la segunda vuelta. Y este año van a por todas, pese a que cada vez va a ser más difícil llegar a Europa.

De hecho, Sant´Elia puede recitar de memoria a la perfección la defensa formada por Pisano, Canini, Astori y Agostini, que lleva jugando juntos casi de manera ininterrumpida desde finales de 2008. Y de este modo, con Agazzi en la portería tras la caída en desgracia de Marchetti el año pasado, el Cagliari se ha convertido en uno de los equipos más fiables de la categoría. Solo 5 goles encajados, 3 de los cuales en el horrible partido perdido en Palermo, en lo que es hasta ahora su única derrota en Serie A. Una defensa que cuenta con la fiabilidad en los laterales de un campeón de europa Sub 21 como Pisano y del experimentado y rápido Agostini, y con mucha contundencia en el centro, donde el más físico Canini y el elegante Astori se compenetran a la perfección.

En el medio, siempre formando en rombo, encontramos en el vértice bajo, haciendo las veces de regista al ya mito Daniele Conti, que la semana pasada se convirtió en el jugador con más partidos vistiendo la camiseta rossoblù del club sardo. Conti, hijo del mítico Bruno Conti, estrella de la Roma y campeón del mundo en el 82, es el jugador que hace moverse al equipo y el que motiva a sus compañeros como el gran capitán que es. Además no está exento de gol, promediando unos 5 goles por año. A sus flancos, este año van a ser fijos el pelirrojo Biondini y el belga de origen indonesio Nainggolan. Ambos aportan mucha fuerza y potencia, además de llegada. Son los encargados de cortar el juego del equipo rival y recuperar lo antes posible, facilitando bien los contraataques, bien que Conti pueda iniciar la jugada. Con estos mimbres parece que la importante baja de Lazzari no se notará demasiado.

Enlazando con los delanteros está Andrea Cossu, un jugador ya veterano, 31 años, que llegó en 2008 y que está viviendo su mejor época. Siempre alejado de los focos y de los centros mediáticos que solo se fijan en los grandes, la calidad de Cossu parece que pasa desapercibida. Sin embargo, no es casualidad que Cossu fuera el mejor asistente de la Serie A la temporada pasada y el tercero de las grandes ligas europeas, además de uno de los mejores medios según la Gazzetta. Pese a que comenzó como ala, cuando llegó al Cagliari se recicló como trequartista, donde está dando lo mejor de sí. Tiene un perfecto control de balón y una excelente visión de juego. Le gusta caer a bandas, y aunque no es muy rápido, no lo necesita ya que con un pase es capaz de desarbolar defensas enteras.

Es en la delantera donde parece que hay menos estabilidad. Nenè parece fijo desde que llegó hace un par de años pese a no tener una excesiva suerte con el gol. Y para acompañarle, de momento su compatriota Thiago Ribeiro parece que es el mejor colocado, aunque El Kabir, actualmente lesionado, Larrivey o incluso el velocísimo Ibarbo también tendrán sus opciones. Quizás relacionado con la inestabilidad y la falta de un goleador referencia, la delantera del Cagliari es la zona más vulnerable del club sardo.

Para terminar, comentar el gran trabajo que está realizando en un banquillo tan caliente Massimo Ficcadenti. Joven, 43 años, y gran estratega, uno de los representantes de esta nueva hornada de técnicos que está surgiendo en Italia y en la que podríamos incluir a Allegri, Montella o Mihajlovic, demostró su buen hacer la pasada temporada al salvar con maestría a un equipo como el Cesena, que parecía la cenicienta del campeonato pero dio más de un susto a Milan, Inter, Roma o Juve. No renovó y llegó a mitad verano a Cerdeña en lugar del despedido Donadoni. Ya ha mostrado lo que puede hacer con el Cagliari en el aspecto táctico, como se pudo ver en el encuentro inaugural ante la Roma, donde su planteamiento desactivó todos los mecanismo de la Roma y dominó el encuentro a su antojo para llevarse una gran victoria del Olímpico. Y esa fue la primera de muchas sorpresas que seguro protagonizará el Cagliari este año.