La Serie A comenzó con una especie de revolución de los modestos. Los equipos de menor presupuesto, e incluso los recién ascendidos, fueron los que comandaron la clasificación durante las primeras jornadas. Esto fue una cosa efímera, que desapareció a mediados de octubre, pero sí que dio al campeonato un halo de igualdad y de emoción, de que los pequeños podrían hacer algo en este campeonato.
Equipos como el Chievo o incluso el club más "pobre", el Cesena, llegaron al liderato en la 2ª y 3ª jornada respectivamente, y otros clubes como Brescia o Catania también alcanzaron posiciones punteras. Entre los grandes, el Inter de Benítez fue el que mejor comenzó, manteniéndose invicto y líder hasta la 5ª jornada. Por abajo, curiosamente fueron equipos que aspiraban a cotas altas los que ocupaban la zona roja. Roma, Juventus o Fiorentina empezaron con malas rachas, y el Milan, sin ser tan grave su caso, también empezó con dudas. Mención aparte merece el Udinese, que inició de forma desastrosa, con 4 derrotas y 1 empate, colista hasta que a partir de aquí dio inicio a otra racha, pero en este caso brillante, que a la larga le llevaría a la Champions.
Desde octubre, fueron Lazio, y en menor medida Napoli los que continuaron esta revolución de los modestos. El equipo laziale se colocó como líder en la jornada 6, y se mantendría en lo alto de la tabla hasta la 11. El Milan le cogió el ritmo, y se mantuvo invariablemente a una distancia de 2 puntos del Lazio hasta que lo desbancó del liderato. Mientras, el Inter entraba en crisis, con el enfrentamiento Moratti-Benítez por medio, y comenzaba su caída libre, que duraría hasta la destitución de Benítez a finales de año. Napoli, poco a poco, se fue afianzando en puestos Champions, aprovechando el desliz interista y el mal inicio de Roma y Juve, que a pesar de todo se recuperaban para llegar a puestos europeos. Por abajo, principalmente Bari, con Brescia, Cesena y Lecce comenzaban a descolgarse del resto. Parecía ya decidido que el descenso se jugaría entre ellos.
Esta situación se mantendría con pequeñas variaciones durante los siguientes meses. Genoa, Sampdoria, Parma, Chievo o Bologna se mantenían sin grandes alardes en la zona media, mientras Fiorentina o Cagliari se acercaban al abismo, aunque sin peligro real. Los que sí desplegaron buen juego y buenos resultados fueron Udinese y Palermo. Basados en jóvenes promesas extranjeras, pasaban por encima de los rivales con un juego ofensivo y agradable para el espectador. El Palermo, más irregular, se quedaría por el camino, siempre rondando la Europa League, pero sin concretar nada, mientras Udinese continuaba su meteórico ascenso hasta llegar a puestos europeos.
El comienzo de 2011 del Inter, ya con Leonardo, fue espectacular, devolviéndole a la lucha por el Scudetto. Sin embargo, pronto la irregularidad empezaría a hacer mella en todos los implicados en la lucha. Lazio se cayó casi definitivamente en febrero, tras una serie de partidos sin ganar, mientras Milan en el liderato, con Inter y Napoli por detrás, alternaba grandes victorias con decepcionantes empates, lo que hacía variar la ventaja entre los 2 y los 5 puntos sobre sus perseguidores.
Los golpes en la mesa los daría el Milan en los duelos directos. En la jornada 27 goleó al Napoli, que se había acercado a 3 puntos, y en la 31 haría lo propio con el Inter, que si ganaba desbancaba al Milan. En medio un pequeño bache del equipo rossonero que había acercado peligrosamente a ambos equipos, pero que con la victoria en el derby della Madonnina, quedaba casi solventado. Solo el Napoli mantendría la lucha casi hasta el final, manteniendo la distancia de un partido, pero dos derrotas del equipo partenopeo a mediados de abril decantaron el campeonato a favor del Milan. Solo quedaba cantar el alirón, lo que sucedió en la jornada 36.
La lucha por el cuarto puesto de Champions League también fue una lucha a tres, entre Lazio, que venía desde arriba, Roma, que se había mantenido en el 5º puesto buena parte de la temporada, y Udinese, que por fin llegaba desde abajo, con una impresionante racha de victorias en 2011. Gracias a ello, el equipo friulano alcanzó el puesto Champions en la jornada 29, arrebatándoselo al Lazio. Le duraría 3 semanas, hasta que el Lazio volvió a cambiar las tornas. El partido decisivo llegaría en la jornada 36, con el duelo directo entre ellos. Udinese ganó y ya no soltó el 4º, que le lleva a la próxima Champions League. La Roma siempre se mantuvo al acecho de ellos dos, a una distancia de 1 a 4 puntos siempre, pero su irregularidad le hizo perder su oportunidad. La Juventus nunca tuvo opciones reales de alcanzar la Champions League, y con los puestos de Europa League ocupados, solo le quedaba la bala del 7º puesto, que tampoco le funcionó, ya que el Palermo alcanzó la final de Coppa, quedándose con el último puesto europeo.
Y queda la lucha por el descenso. Mientras el Bari, pese a su gran comienzo, se iba hundiendo en el último puesto, sin opción de renacer, Cesena, Brescia y Lecce poco más que luchaban entre ellos. Sin embargo, la relativa comodidad de los que estaban por encima les metió en problemas. Equipos como Catania o Parma se vieron en muchos apuros desde febrero, siempre rozando el descenso. Y pronto se les uniría el invitado sorpresa: La Sampdoria, que llegaba cayendo desde los puestos europeos y que curiosamente sería el que finalmente descendiera. Cagliari, Genoa, Fiorentina, y en menor medida Chievo y Bologna, certificaron su salvación virtual con 10 jornadas de antelación, si bien estos dos últimos llegaron a tener algún apuro al final.
Sampdoria caería al descenso en la jornada 33, a la vez que el Brescia se descolgaba definitivamente. Esto beneficiaba a Cesena y Lecce, que salían del descenso. Todavía quedaría tiempo para que el Lecce volviera a caer, pero finalmente, la Samp, sin experiencia en estas lides, fue la que cayó al infierno. En la penultima jornada, con la Sampdoria que había perdido su oportunidad de salir tras empatar ante el Brescia y perder en el derby con el Genoa, llegaba con desventaja. Debía ganar al Palermo, y empezó perdiendo. Además Lecce y Cesena ganaron, por lo que debían remontar completamente. La Samp llegó a empatar, pero los nervios y la precipitación la llevaron directa a Serie B. Tristeza en Génova, y alegría a raudales en Lecce y Cesena, dos modestos que seguirán un año más en la Serie A.
¿Qué nos deparará la próxima temporada? ¿De nuevo equipos revelación luchando por el Scudetto? ¿O volverán los grandes a su hegemonía natural? No se sabe, pero lo que está claro es que esta temporada ha sido una de las más emocionantes de los últimos tiempos.
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