Cierto es que no se trata de más que un amistoso, y que estamos aún a principios de agosto, con los campeonatos ligueros todavía sin empezar. Pero la victoria de la selección italiana ante los flamantes campeones del mundo es sin duda un espaldarazo al proyecto y al estilo de Prandelli al frente de la azzurra.
Y más teniendo en cuenta que es el estilo de la selección española el que Prandelli quiere imitar en la selección italiana. El entrenador lombardo salió al campo de Bari con el equipo que ha convertido en "fijo" desde que llegó hace un año. La única variación fue la entrada del más defensivo Motta por Aquilani, con Montolivo de trequartista. Arriba, los dos pequeños, Rossi y Cassano, que jugaba en casa y como capitán. Todo lo contrario ocurría en España, que salió con un equipo de circunstancias, sin jugadores clave como Ramos, Puyol, Xavi o Villa.
Con este panorama, unos azzurri ultramotivados avasallaron a la Roja desde el primer minuto de encuentro. El rombo en el mediocampo funcionaba a la perfección, con Pirlo, De Rossi, Motta y Montolivo, sacando el balón jugado y a una velocidad endiablada, con los carrileros Maggio y Criscito peligrosísimos por banda y sin una referencia fija arriba. Sobre todo la banda izquierda y las combinaciones de Criscito y Montolivo allí eran un quebradero de cabeza para una desconcentrada defensa española. El nuevo jugador del Zenit avisó con un chut al palo desde la frontal, y poco después fue Montolivo el que adelantó a la azzurra, tras una asistencia de Criscito, ganando en velocidad a Piqué y picando sobre la salida de Casillas.
Tras los primeros 20 minutos de dominio absoluto italiano, fue España la que poco se hizo con el tempo del encuentro. Aún así, Italia tuvo más oportunidades, por medio de Rossi y Cassano, para poner el 2-0. Sin embargo, se llegó al descanso con empate. Un muy discutible penalty de Chiellini sobre Llorente en un salto, fue anotado por Xabi Alonso.
El carrusel de cambios en la segunda parte nos dejó a Nocerino, Aquilani y Marchisio en el mediocampo por De Rossi, Montolivo y Motta, y una delantera formada por Balotelli y Pazzini. España recuperó su juego en la segunda parte, y los últimos minutos fueron un asedio constante a la portería de Buffon. Sin embargo fue Italia la que se hizo con la victoria, gracias a un afortunado tiro que rebotó en Albiol y se coló en la portería de Valdés.
Una victoria de prestigio, imposible de imaginar hace apenas un año, cuando en Sudáfrica la azzurra fracasaba estrepitosamente mientras España se hacía brillantemente con su primer mundial. No se deben echar las campanas al vuelo, debido a las circunstancias del partido, pero se puede confiar en este selección. Los próximos objetivos, en septiembre los duelos ante Islas Feroe y Eslovenia para confirmar la clasificación para la Euro 2012, y amistosos de primer nivel ante Uruguay en noviembre y Holanda en febrero.
Un blog muy interesante, sigue así.
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