La huelga de futbolistas en la Serie A

La Asociación de Futbolistas Italianos (AIC), convocó hace un par de días una huelga para los días 11 y 12 de diciembre, fechas en las que se jugaría la decimosexta jornada de la máxima división del fútbol italiano.

El motivo de esta huelga radica en la ruptura de las negociaciones con la Lega Serie A por la renovación del actual contrato colectivo de los futbolistas profesionales. Se llevaba negociando desde octubre, y la huelga por parte de la AIC era solo una amenaza hasta ahora. Existían 8 puntos a tratar entre ambas partes. Entre ellos se podía encontrar la flexibilidad de los contratos en caso de descenso, el control del comportamiento del jugador en el tiempo fuera del club o las sanciones a los futbolistas. En estos puntos se ha encontrado más o menos el acuerdo entre Lega y AIC, pero donde se han roto las negociaciones ha sido en los dos puntos más conflictivos: La separación en los entrenamientos de los "apartados" de la plantilla de sus compañeros, y la iniciativa de la Lega por la cual un jugador no podía rechazar un traspaso a un equipo del mismo nivel cobrando el mismo sueldo, algo a lo que la AIC se opone frontalmente.

En principio, tanto Maurizio Beretta, presidente de la Lega, como Sergio Campana, secretario de la AIC, están dispuestos a volver a sentarse en la mesa para evitar esta huelga, que dañaría, aún más si cabe tras tantos escándalos, la imagen de la Serie A y del fútbol italiano en el mundo. Hay que decir que entre los propios futbolistas, existe una gran división de opiniones respecto a la huelga. La mayoría de ellos esperan una pronta solución de este tema, antes de que se tenga que acudir a la huelga. Algunos, como Massimo Oddo, ya anunciado que acudirá sin dudarlo a la huelga, mientras otros como Chiellini se muestran más escépticos ante esto.

¿Y los italianos? ¿Qué piensan de esto? Según encuestas de los más prestigiosos diarios y portales de Internet italianos (La Gazzetta dello Sport, calciomercato.com), los italianos se oponen a la huelga de los futbolistas, por considerarlos unos considerados, al cobrar muchos más de 1 millón de euros al año, y por la privación de un espectáculo que distrae un poco de la dura situación económica.