jueves, 23 de febrero de 2012

Éxtasis en San Paolo


Ayer fue un día grande para todos los aficionados al Napoli. Tanto los más mayores que pudieron disfrutar de la época gloriosa del equipo, con Maradona y Careca a la cabeza a finales de los '80, como los más jóvenes que conocieron a su equipo cuando éste estaba vagando por las categorías inferiores del fútbol italiano.

Y es que aunque parezca mentira, en la temporada 2005/2006, este conjunto estaba en la Serie C1, la tercera categoría del Calcio, después de haber desaparecido por la deudas dos años antes. Pero el equipo se recuperó gracias al enorme trabajo del presidente De Laurentiis y con una acertada política económica y deportiva el objetivo se alcanzó el año pasado: Volver a la Champions 20 años después.

En la fase de grupos las prestaciones del equipo fueron magníficas, consiguiendo clasificarse para los octavos de final en el que probablemente ha sido el grupo de Champions League más difícil desde que se instauró este sistema. Así, eliminó al Villarreal, ganándole en los dos partidos, y al multimillonario Manchester City, empatando en Inglaterra y venciendo por 2-1 en un impresionante partido en San Paolo.

Ayer, tras la larga espera, llegaba ese momento. Volvía a la ciudad campana la esencia de la Copa de Europa, las eliminatorias directas a vida y muerte. Enfrente, un Chelsea en horas bajas pero que todavía es un equipo temible por nombres. O al menos lo era antes de este partido. Porque San Paolo fue una caldera, el patrón San Gennaro estuvo con los azzurri y el Napoli pasó por encima de los ingleses.

Equipo prácticamente de gala con el que salió Mazzarri, con el "doble" tridente sobre el campo, el atacante, Hamsik-Lavezzi-Cavani, y el defensivo, Campagnaro-Cannavaro-Aronica. Uno actuaría de héroe y otro de villano para los aficionados. En medio, Inler-Gargano en el medio con los carrileros Maggio y Zúñiga en banda.   Ante ellos, Villas Boas, temeroso ante su delicada situación y el equipo contrario, presentaba un once sin Lampard ni Torres, con Mata de mediapunta y Sturridge y Drogba acompañándole el ataque.

Se empezó como quería el Napoli, corriendo de área a área y poblando las bandas, donde sufría mucho el conjunto inglés. Maggio y Zúñiga campaban a sus anchas, Inler dirigía y ponía pausa a la medular y especialmente Lavezzi brillaba con luz propia partiendo desde la línea de cal. Sin embargo, la mala suerte pareció cebarse con lo italianos, ya que sin merecerlo fue el Chelsea quién se adelantó. Un mal bote del balón y el habitualmente seguro Cannavaro despeja hacia atrás, dejándole el bandeja el tanto al español Mata. Cualquier otro equipo, con un gol en contra en casa, tan pronto y frente a un conjunto por nombre superior se habría desmoronado. No este equipo ni en este estadio.

El Pocho Lavezzi se echó el equipo a la espalda y mostró ese mago que lleva dentro, que le convierte cuando está así en uno de los mejores jugadores y con más calidad del mundo. Apareció con un primer gol magnífico, aunando inteligencia y precisión, aprovachando el espacio que le habían dejado los centrales ingleses al borde del área para ajustar el balón a palo largo de Cech. Y cerró el partido con otro gol, completando su doblete, gracias al regalo del uruguayo Cavani.

Precisamente el uruguayo Cavani fue el otro que brilló con luz propia. Anotó el segundo antes del descanso y se convirtió en el mejor asistente de Lavezzi, dándole los dos goles y la oportunidad de otro más. Su temporada, al igual que la de Lavezzi y en general la de todo el equipo, no ha sido la mejor ni la más regular, pero no se esconde en los grandes momentos. Y la Copa de Europa es uno de ellos. No se esconde Cavani ni el resto del equipo. Hamsik no estuvo estelar, pero dio dinamismo al ataque, Inler inmenso en la medular, Gargano un perro de presa, Maggio un correcalles constante y Campagnaro un gladiador en defensa. Sin olvidar algunas buenas paradas de De Sanctis. El único pero fue la inseguridad defensiva cuando el Chelsea no usaba balones frontales ni altos, sino jugadas enlazadas, pero fue suplida por tenacidad y un punto de experiencia que, por ejemplo, anuló por completo a Drogba.

3-1 en el haber del Napoli de cara a la vuelta en Stanford Bridge. Claro está que la eliminatoria no está cerrada, pero con esta actitud y estos jugadores no debería haber problemas. El equipo del Napoli que se ha visto en Champions (no el de Serie A), es de un nivel de entre lo mejor de Europa y se ha demostrado. Referencia de nuevo a ese Napoli de Maradona, Giordano y Careca. Dos Scudetti y una Copa UEFA. Pero la asignatura pendiente de pasar de octavos de final en Copa de Europa. Y el equipo actual es capaz de conseguirlo. Esto y más.

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