Serie A: Jornada 26

El Milan golea sin contemplaciones en Palermo (0-4). Paseo militar del Milan en la capital siciliano, como hacía tiempo que no ocurría. Concretamente desde la última victoria rossonera en Palermo, en 2006. Supuso también la vuelta triunfal de Ibrahimovic a un campo tras su sanción de 3 partidos, ya que anotó un hattrick en 15 minutos que dejó el partido sentenciado poco después de la media hora de encuentro. Volvió el sueco a echarse el equipo a la espalda y demostrar que está en una de las mejores temporadas de su vida. Los 3 goles son una pequeña muestra de la calidad que atesora Ibrahimovic. En el primero, Robinho  aprovecha el fallo en la salida de balón del Palermo al borde del área para servir a Ibra, que resuelve a la escuadra de primeras. En el segundo, frena al borde del área, encara y sienta a Pisano y anota con un duro tiro raso al centro. Y en el tercero, coge el balón en el perfil izquierdo del campo y con un preciso tiro de rosca lo hace imposible de alcanzar para Viviano. Tan simple e impresionante como eso. El partido no dio para mucho más, ya que el Palermo fue incapaz de reaccionar en ningún momento, y pudo recibir bastantes más de no ser por la sobresaliente actuación de Viviano, a pesar de los goles recibidos. El Shaarawy, que había salido en la segunda mitad, puso en la cabeza de Thiago Silva el gol que cerró el marcador. Este resultado, gracias al posterior pinchazo de la Juventus, pone al Milan como líderes con un 3 puntos y un partido más que los bianconeri, metiendo más presión a los que serán sus rivales en la lucha por el Scudetto.

La Juve no pasa del empate ante el Chievo (1-1). La Juventus continúa invicta en el campeonato, pero sigue pinchando en casa ante rivales de la zona media baja de la tabla, cediendo cinco empates hasta ahora. Esta vez fue el Chievo quién consiguió "robarle" dos puntos a la Juve. Sin duda, el equipo de Conte no atraviesa un buen momento físico ni está acertado en momentos puntuales en ataque y defensa, con fallos tanto de cara a puerta como de concentración en propia área. Además, Conte volvió a cambiar el sistema, jugando un 4-4-2, con Pirlo y Marchisio en el mediocampo, el último más adelantado, enganchando con los puntas, y Giaccherini-Padoin de interiores. Este sistema buscaba favorecer a la pareja atacante Matri-Vucinic, para que jugaran más juntos y se apoyaran más para superar sus respectivas malas rachas, pero estas continúan sin remedio. El equipo bianconero se adelantó bastante pronto, por medio del lateral zurdo De Ceglie, aprovechando el rechace tras un saque de falta. Sin embargo, en ningún momento controló totalmente el partido, atascado en mediocampo, con un sistema que no es el mejor para Pirlo. Además, el Chievo, bastante cómodo, esperaba su oportunidad y salía con peligro. Tras el descanso, los veroneses aprovecharon esa actitud dubitativa de la Juve, y, aunque Padoin tuvo la sentencia en sus pies, consiguieron el empate por medio del lateral Dramé. Conte tardó en reaccionar con los cambios y no se pudo hacer nada más. La Juve queda pendiente de ese partido aplazado con el Bologna, con la presión de dejar un colchón al Milan en caso de no ganar.

La Lazio se hace de nuevo con el derby romano (1-2). Hacía 14 años que no ocurría, concretamente desde 1998, que la Lazio con ganaba un derby como visitante ni vencía ambos partidos de la temporada ante la Roma. Hasta la victoria de los de Reja en el Olímpico. 3 puntos que afianzan a los laziali en puestos Champions y de paso despegan a la Roma ya a 10 puntos de distancia. El partido quedó marcado con una acción puntual el minuto 7. Pjanic perdió un balón fácil en mediocampo y Hernanes superó con un pase fácilmente la línea adelantadísima de la Roma para Klose, que fue derribado por el meta Stekelemburg. Penalty claro y también expulsión, algo rigurosa porque Klose se iba lateralmente y tenía pocas posibilidades de llegar al balón. Precisamente esta jugada llega en una semana en la que se ha estado debatiendo la conveniencia del doble castigo del penalty y expulsión, pero el árbitro lo decidió así y a Hernanes no le tembló el pulso a la hora de anotar el primer gol, mientras Lamela tuvo que ser sustituido para dar entrada al meta suplente Lobont. Sin embargo, la Roma no bajaría los brazos tan pronto, y en unos pocos minutos, tras acosar el área visitante, empató por medio de Borini, que cabeceó a gol el rechace del larguero tras tiro de Juan. El partido se trabó entonces, con la Lazio controlando el partido, aprovechando la superioridad numérica, aunque no tenía la posesión del balón, mientras Totti tenía que bajar a recibir al mediocampo buscando un mayor criterio en la distribución del balón de los giallorossi. Y en cuanto la Lazio le daba algo de velocidad al juego, con Ledesma, Matuzalem y Hernanes, la Roma se veía superada y los celesti tuvieron buenas oportunidades no aprovechadas por Klose. En la segunda mitad la Lazio conseguiría el gol-partita en una jugada a balón parado, una vez más con empanada de la defensa, especialmente de Juan y Taddei, que aprovechó llegando Mauri desde atrás a un centro de falta de Ledesma. Luis Enrique arriesgó y cambió al central Juan por Bojan, un sistema 3-3-3 que se atascaba constantemente ante la mordiente del mediocampo laziale, que robó el balón constantemente y lanzó contras peligrosísimas que no resultaron a la postre fructíferas pero que evitaron la remontada de la Roma. La expulsión de Scaloni no cambió nada.

El Inter remonta para empatar con el Catania (2-2). Por poco, pero Ranieri salva la cabeza. Porque si fuera solo por la primera parte del partido visto en San Siro, el italiano ya no estaría sentado en el banquillo. Y es que tras 5 derrotas consecutivas en Serie A, 7 contando Coppa y Champions, llegar al descanso con un 0-2 en contra era demasiado. Ranieri había vuelto a cambiar el sistema, retornando al 4-4-2 clásico, con Palombo y Cambiasso en paralelo en la medular, y Faraoni y Diego Forlán en bandas. Milito-Pazzini en ataque y sí, Wes Sneijder en el banquillo. Mientras, el Catania de Montella, posiblemente el entrenador revelación en la zona media, salió con su alineación habitual, atrevida con Lodi de regista y 3 puntas rápidas como Gómez, Barrientos y Bergessio y que rompieron la defensa nerazzurra antes del descanso. Primero Gómez, tras un gran pase entre líneas de Barrientos, y luego Izco parecían sentenciar el partido para el Catania y hundir definitivamente al Inter, que veía como el Catania tocaba como su jugara contra un equipo inferior. En la reanudación, Ranieri cambió todo. Sneijder se puso como mediapunta sustituyendo a Faraoni y los jóvenes Poli y Obi salieron por los pitados Cambiasso y Palombo, dando más dinamismo a un sistema que pasó a ser el 4-2-3-1, con Forlán y Milito en bandas. El Catania se echó hacia atrás, esperando la contra y el Inter presionó, alcanzando el gol cerca del final por medio de Forlán primero y Milito después, uno desde la izquierda y el otro desde la banda contrario. Así, Ranieri evitó la sexta derrota consecutiva, que hubiera supuesto el récord histórico de la entidad, y con este ramalazo da una mínima esperanza a la afición, aunque el proyecto parece definitivamente acabado.

En el resto de la jornada, Udinese empató con Atalanta en casa (0-0), cediendo su puesto de Champions a la Lazio, mientras el Napoli ganó por la mínima en Parma (1-2), gracias a los tantos de la dupla Cavani-Lavezzi, afianzándose en el quinto puesto, de Europa League. El Genoa empató en el campo del Lecce (2-2) con un doblete de Sculli, después de que el Lecce hubiera remontado con goles de Muriel y un misil de libre directo de Brivio. El Siena goleó sin problemas al Cagliari (3-0), tantos de los delanteros Bogdani y Calaiò, que junto al del lateral Del Grosso dan un poco de aire a los toscanos. La Fiorentina se reencontró con la victoria contra el Cesena (2-0), tantos de Moras en propia puerta y el joven central Nastasic, y el Bologna venció in extremis al Cesena (1-0), gol de Acquafresca, la semana de la muerte de un mito de la canción italiana natural de Bologna, Lucio Dalla.

ONCE DE LA JORNADA